lunes, 21 de febrero de 2011

ITXAKO DOBLEGO A BUDUCNOST

Partido casi perfecto de Itxako Reyno de Navarra desde los primeros compases. Las de Ambros defendían con muchísima intensidad y ese buen trabajo era reforzado por una acertadísima Silvia Navarro, que está haciendo una labor impresionante en los partidos de esta Main Round. Las buenas defensas permitían que las amarillas atacaran con más calma y menos presión.
Por ello, el índice de acierto de las navarras era muy bueno y las diferencias se empezaban a abrir en el marcador. En un principio, el hueco era de dos o tres goles, pero el acelerón que dieron las de Ambros en los últimos instantes de la primera parte permitió llegar al medio tiempo con seis goles de renta para las locales. El 16-10 del descanso convertía al Lizarrerria en una fiesta.

El único punto negativo del partido era entonces la lesión de Raph Tervel. La internacional gala se retorcía un tobillo en una acción defensiva y tenía que abandonar la pista. La primera impresión no era engañosa y la francesa sufre un esguince de tobillo que le hará ser baja en la Copa de la Reina. Se convierte en compañera de Nerea Pena en la enfermería amarilla.

Si dejar en diez tantos en treinta minutos era un dato demoledor, la actitud de las navarras en la segunda mitad no bajó. Es más, la diferencia se ampliaba en el minuto 10 de la reanudación hasta los ocho tantos, 20-12. Fue la máxima renta del partido y servía para mantener la motivación local. Soit y Carmen Martín fueron las máximas anotadoras del partido con siete goles cada una.
Con ese marcador tan claro, Itxako podía relajarse, pero no fue así. Las de Ambros eran conscientes que los puntos eran muy importantes, pero no olvidaron tampoco el coeficiente de goles. Este grupo 1 de la Main Round está tremendamente equilibrado y los goles pueden llegar a ser la llave de la clasificación.

El tramo final del partido enloqueció y eso no fue positivo para las locales, que perdieron una renta de siete goles para dejarla en tan sólo cinco en el resultado final. No empañó ni mucho menos ese pequeño recorte en el marcador la alegría del equipo y la afición, que llenó hasta la bandera el pabellón estellés.

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