Itxako Reyno de Navarra sumó dos puntos vitales que le colocan con pie y medio en la siguiente fase de la Champions. Las austriacas fueron un digno rival al que costó muchísimo sacar del partido. Hasta el último aliento de fuerza pelearon confiando en sus posibilidades a pesar de estrellarse una y otra vez en la porteria defendida por Silvia Navarro. La cancerbera terminó con 22 paradas en su haber y a buen seguro que las lanzadoras contrarias han soñado con ella. El público terminó el partido aplaudiendo tanto a la guardameta como a la central Macarena Aguilar.
Sin desmerecer el imponente trabajo de todo el grupo el partido estuvo determinado por las actuaciones de la valenciana y de la manchega. Macarena después de ocho meses apartada de las pistas demostró por si existían dudas, que atesora calidad en cada una de sus decisiones. Su aportación ofensiva desatascó el juego posicional cuando más falta hizo. No solo sus cinco goles, también sus asistencias obligaron al Hypo a esforzarse hasta la extenuación y al final lo pagaron. Bien es cierto que el trabajo ímprobo de todo el grupo fue la clave de una justa victoria. Desde el penalti que detuvo Alizar hasta el repliegue defensivo de las amarillas, todo hizo falta y todo sumó para poder conseguir dos puntos de oro.
Hypo con un banquillo más corto pero con un siete temible marcó el ritmo en los primeros minutos de partido mandando en el luminoso con ventajas que llegaron a ser de tres goles. Pero mediada la primera mitad un parcial de de 5-0 puso el 9 a 7 en el luminoso, e Itxako ya no abandonó el mando hasta el final. Aunque para conseguirlo tuvo que sobreponerse a errores de precipitación. Los nervios jugaron en contra de ambos contendientes dada la importancia de lo que estaba en juego. Y quien serenó antes los ánimos fue el ganador del choque. De manera merecida el equipo navarro seguirá encabezando el grupo B a falta de dos jornadas.
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